La historia de nuestra comunidad parroquial es un reflejo vivo de la fe, la perseverancia y el amor de generaciones que, inspiradas por el ejemplo de San Pablo Apóstol, han anunciado a Cristo con alegría y entrega. Desde los humildes comienzos de una pequeña ermita levantada con esfuerzo y esperanza, hasta la vitalidad pastoral de nuestros días, cada etapa ha sido un testimonio de la acción de Dios entre su pueblo.

A través de los años, la parroquia ha crecido no solo en estructuras, sino en comunión, servicio y espíritu misionero, haciendo eco de las palabras del Apóstol: “Todo lo hago por el Evangelio, para tener parte en él” (1 Cor 9,23). Esta línea de tiempo recoge los hitos más significativos de nuestro caminar, como memoria agradecida de lo que Dios ha hecho en medio de nosotros. La historia de nuestra comunidad parroquial es un reflejo vivo de la fe, la perseverancia y el amor de generaciones que, inspiradas por el ejemplo de San Pablo Apóstol, han anunciado a Cristo con alegría y entrega. Desde los humildes comienzos de una pequeña ermita levantada con esfuerzo y esperanza, hasta la vitalidad pastoral de nuestros días, cada etapa ha sido un testimonio de la acción de Dios entre su pueblo.

A través de los años, la parroquia ha crecido no solo en estructuras, sino en comunión, servicio y espíritu misionero, haciendo eco de las palabras del Apóstol: “Todo lo hago por el Evangelio, para tener parte en él” (1 Cor 9,23). Esta línea de tiempo recoge los hitos más significativos de nuestro caminar, como memoria agradecida de lo que Dios ha hecho en medio de nosotros.

La historia de nuestra comunidad parroquial es un reflejo vivo de la fe, la perseverancia y el amor de generaciones que, inspiradas por el ejemplo de San Pablo Apóstol, han anunciado a Cristo con alegría y entrega. Desde los humildes comienzos de una pequeña ermita levantada con esfuerzo y esperanza, hasta la vitalidad pastoral de nuestros días, cada etapa ha sido un testimonio de la acción de Dios entre su pueblo.

A través de los años, la parroquia ha crecido no solo en estructuras, sino en comunión, servicio y espíritu misionero, haciendo eco de las palabras del Apóstol: “Todo lo hago por el Evangelio, para tener parte en él” (1 Cor 9,23). Esta línea de tiempo recoge los hitos más significativos de nuestro caminar, como memoria agradecida de lo que Dios ha hecho en medio de nosotros. La historia de nuestra comunidad parroquial es un reflejo vivo de la fe, la perseverancia y el amor de generaciones que, inspiradas por el ejemplo de San Pablo Apóstol, han anunciado a Cristo con alegría y entrega. Desde los humildes comienzos de una pequeña ermita levantada con esfuerzo y esperanza, hasta la vitalidad pastoral de nuestros días, cada etapa ha sido un testimonio de la acción de Dios entre su pueblo.

A través de los años, la parroquia ha crecido no solo en estructuras, sino en comunión, servicio y espíritu misionero, haciendo eco de las palabras del Apóstol: “Todo lo hago por el Evangelio, para tener parte en él” (1 Cor 9,23). Esta línea de tiempo recoge los hitos más significativos de nuestro caminar, como memoria agradecida de lo que Dios ha hecho en medio de nosotros.

La historia de nuestra comunidad parroquial es un reflejo vivo de la fe, la perseverancia y el amor de generaciones que, inspiradas por el ejemplo de San Pablo Apóstol, han anunciado a Cristo con alegría y entrega. Desde los humildes comienzos de una pequeña ermita levantada con esfuerzo y esperanza, hasta la vitalidad pastoral de nuestros días, cada etapa ha sido un testimonio de la acción de Dios entre su pueblo.

A través de los años, la parroquia ha crecido no solo en estructuras, sino en comunión, servicio y espíritu misionero, haciendo eco de las palabras del Apóstol: “Todo lo hago por el Evangelio, para tener parte en él” (1 Cor 9,23). Esta línea de tiempo recoge los hitos más significativos de nuestro caminar, como memoria agradecida de lo que Dios ha hecho en medio de nosotros. La historia de nuestra comunidad parroquial es un reflejo vivo de la fe, la perseverancia y el amor de generaciones que, inspiradas por el ejemplo de San Pablo Apóstol, han anunciado a Cristo con alegría y entrega. Desde los humildes comienzos de una pequeña ermita levantada con esfuerzo y esperanza, hasta la vitalidad pastoral de nuestros días, cada etapa ha sido un testimonio de la acción de Dios entre su pueblo.

A través de los años, la parroquia ha crecido no solo en estructuras, sino en comunión, servicio y espíritu misionero, haciendo eco de las palabras del Apóstol: “Todo lo hago por el Evangelio, para tener parte en él” (1 Cor 9,23). Esta línea de tiempo recoge los hitos más significativos de nuestro caminar, como memoria agradecida de lo que Dios ha hecho en medio de nosotros.

Ordenado en 2012, ha servido en diversas comunidades rurales y urbanas.

Su labor pastoral se centra en el acompañamiento juvenil y en la formación de agentes de pastoral.

En nuestra parroquia, apoya la liturgia y la pastoral familiar, siendo ejemplo de alegría sacerdotal.

Casado y padre de familia, fue ordenado diácono permanente en 2018.

Su testimonio de servicio se refleja en el acompañamiento de los enfermos y el ministerio de la Palabra.

Colabora activamente en la administración parroquial y la formación de los servidores del altar.